“La condición de profesor de la Universidad de Las Palmas del consejero debería llevarle a tratar con exquisita sensibilidad una cuestión tan delicada como ésta “
El concejal del Grupo Municipal Por Tenerife (XTF), Santiago Pérez, que representa a Izquierda Unida, Los Verdes y Socialistas por Tenerife en La Laguna, ha presentado una moción solicitando al Pleno que el Ayuntamiento exija al Gobierno de Canarias que adopte una posición de exquisito respeto institucional con las dos universidades canarias, la de La Laguna y la de Las Palmas, en todo el proceso de consolidación y gestión del Distrito Universitario Único, que deberá llevarse a cabo con el máximo respeto a la autonomía universitaria constitucionalmente garantizada y sobre la base del consenso entre ambas Universidades.
En este sentido reclama que se modifique la propuesta de Convenio para la puesta en marcha del Distrito Universitario Único elaborado por la Consejería de Educación, ya que no respeta el equilibrio entre las dos Universidades, ni cuenta con el consenso de ambas entidades académicas.
Santiago Pérez explica que los medios informativos han dado a conocer recientemente el propósito del Gobierno canario de consolidar el ámbito de la Comunidad Autónoma como Distrito Universitario Único, objetivo que compartimos plenamente.
Sin embargo –añade--,”consideramos un grave error de la Consejería de Educación, que involucra a todo el Gobierno, no adoptar un criterio de equilibrio que, en la consolidación y gestión del Distrito Único, coloque a las dos Universidades Canarias en posición de paridad institucional. Sobre todo cuando se relega a la Universidad de La Laguna, la más antigua y consolidada, a una posición secundaria, obligando a sus órganos de representación a devolver al Gobierno proyecto de Convenio que se le ha remitido”.
El concejal de XTF señala finalmente que “el Consejero de Educación parece olvidar que desempeña una responsabilidad en representación de todo el pueblo canario. Su condición de relevante profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria debería llevarle a tratar con exquisita sensibilidad una cuestión tan delicada como ésta. O a abstenerse, en el caso de ser incapaz de actuar con criterios de objetividad e imparcialidad. En cualquier caso, corresponde al presidente del Ejecutivo ejercer la dirección política del Gobierno y no subordinar a las exigencias de su propia estabilidad los intereses generales de Canarias”.
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